discriminación , internacionales , libertades , lituma , noticias , politica , redes sociales , sociedad , violencia Lunes, 16 julio 2018

Sorry Puntinlovers, pero esta es la razón por la que las Pussy Riot invadieron la cancha durante la final del mundial

Título original: Detrás del fútbol

blalbal Imagen vía: El Espectador

Travesura realizada.
Imagen vía: El Espectador

Esas personas que ingresaron vestidas de traje y corbata al estadio Luzhinikí de Moscú son del colectivo feminista, llamado Pussy Riot, que propaga en Rusia el punk e ideas contestatarias. Los 81,500 espectadores en las gradas del también conocido Estadio Central Lenin (la evocación al personaje histórico ahora trata de ser abjurada) y se estima que tres mil millones de telespectadores del mundial, todos ellos se preguntan quiénes fueron esos corredores desubicados que zigzaguearon por el gramado, quiénes esos graciosos que como un perrito distraído irrumpieron en una competencia de fútbol en la que se juega nada menos que la final del Mundial de fútbol.

Los cuatro miembros de Pussy Riot interrumpieron el partido al minuto cincuenta y dos como protesta contra Vladimir Putin porque si bien Putin no ha cedido a la presión para enterrar a los restos momificados de Lenin que se exhiben en la plaza Roja de Moscú, es admirado por su mano dura (se le atribuye la implacable frase: «Perdonar a los terroristas es cosa de Dios, enviarlos con él es cosa mía») y su gobierno conservador de derecha.

Putin es muy carismático como poderoso y multifacético militar, hombre capaz de cabalgar a lomo pelado un caballo salvaje por la Siberia, disciplinado artista marcial que posee un cinturón negro de Yudo y, por si fuera poco, toca el piano (bueno, algunas teclas). Pussy Riot ha esperado el último partido para recordarnos que el gobierno de Putin ha asesinado periodistas y rivales políticos, invadido países vecinos.

La foto real es la de Putin montando un caballo. Imagen vía: un capitalista

La foto real es la de Putin montando un caballo.
Imagen vía: un capitalista

En un comunicado, Pussy Riot solicita que se liberen a prisioneros políticos, no encarcelar a personas sin motivos, dejar de detener a manifestantes en el país, permitir la competencia política en Rusia.

Desde el 2007 los investigadores Jeff Mankoff y Paul Kennedy presentaros pruebas al International Herald Tribune de que el Estado ruso promueve la xenofobia cuando los racistas, en lugar de aplicárseles el peso de la ley, son expuestos a penas ridículas, como a unos cabezas rapadas que asesinaron a una niña, otros que acuchillaron a un vietnamita y otros que ultimaron a personas dentro de una sinagoga de Moscú. Putin viene años financiando a partidos racistas que mueven a la opinión moscovita y rusa en general, a detestar a los musulmanes, identificándolos como terroristas.

En Rusia, además, se viene educando a los jóvenes bajo un plan de adoctrinamiento ideológico que les inculca no el marxismo-leninismo que detesta Putin, sino el amor a la Madre Patria.

Con ese chauvinismo cuesta arriba postrado ante una matrioshka, Putin ha introducido en las escuelas textos obligatorios, ajustando la historia a los intereses de su régimen y en ellos hay mantras que repiten que aceptar las condiciones del derecho internacional de los países democráticos es rendirse ante los Estados Unidos.

Las Pussy Riot le gritan así en una letras:

Putin está encendiendo el fuego de la revolución/ Está aburrido y asustado del silencio compartido del pueblo/ Con cada ejecución: el hedor putrefacto de ceniza/ Con cada frase larga: un sueño húmedo /Arresto a toda la ciudad por el 6 de mayo/ Nos prohíbe gritar, caminar, maldecir.

Integrantes de las Pussy Riot encarceladas en el 2012 por una protesta. Imagen vía: CNN

Integrantes de las Pussy Riot encarceladas en el 2012 por una protesta.
Imagen vía: CNN

Por sus líricas y actuaciones públicas, las integrantes de Pussy Riot han merecido la atención dentro y fuera de Rusia. Por ejemplo, en febrero del 2012 tres de ellas montaron un breve espectáculo en la Catedral de Cristo Salvador de Moscú, fueron arrestadas por vandalizar a la iglesia ortodoxa rusa y por profanar el altar de Jesús al persignarse y cantar una canción punk.

Organismos como Union of Solidarity with Political Prisoners y Amnistía Internacional identifican a las Pussy Riot como presas políticas a quienes el gobierno les guarda especial severidad. Por menos de un minuto, esas escurridizas punks nos recuerdan que terminado el fútbol, la política continúa, y que son las mujeres, hoy en día, por lo general, quienes tienen una conciencia crítica más acerada.